Proceso de Consulta Vecinal

Desde 2019, la normatividad de la Ciudad de México incluye un proceso social participativo donde vecinos y usuarios del área donde se desarrollarán «grandes construcciones» pueden expresar su opinión y sugerencias en torno a proyectos inmobiliarios (Gaceta Oficial de la Ciudad de México, 2009). Este Proceso de Consulta Vecinal se aplica a proyectos que se encuentren en uno o más de los siguientes supuestos:

Este Proceso de Consulta Vecinal (PCV) se aplica a proyectos que se encuentren en uno o más de los siguientes supuestos:

  1. Comprendan Polígono de Actuación y/o Fusión de Predios a partir de 10,000 m2 de superficie.
  2. Consideren predios a partir de 10,000 m2 de superficie.
  3. Comprendan 100,000 m2 o más de construcción total.
  4. Centros comerciales, de espectáculos o similares.

A partir de la experiencia de ZEa Consultoría Social, realizando evaluaciones de impacto social y procesos de socialización de proyectos de infraestructura de distinta índole, consideramos que hay 7 aspectos destacables del Proceso de Consulta Vecinal de la Ciudad de México.

1) Es novedoso que dentro del proceso de evaluación y aprobación de la Manifestación de Impacto Ambiental cobre relevancia el factor humano y social.

Si bien en los estudios ambientales a nivel federal y local se considera el ámbito social, esto solo suele ocurrir tangencialmente. Únicamente en la Ciudad de México se ha formalizado la participación social activa, tal como lo sugiere el Acuerdo de Escazú (CEPAL, 2022), cuyo alcance es regional y se refiere al acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe.

2) A diferencia de las evaluaciones de impacto social del sector energético, en este caso la autoridad (Sedema) supervisa cada paso del proceso para asegurar que la información compartida por el consultor sea veraz, imparcial y transparente.

Aunque el promovente o desarrollador inmobiliario es quien financia al consultor que implementa el Proceso de Consulta Vecinal, en todo momento el personal de la Sedema supervisa la información y los materiales a difundir, así como la correcta convocatoria para que los residentes o usuarios del Área de Influencia del Proyecto sean considerados en los mecanismos de participación. El papel que juega la autoridad es central a lo largo de todo el proceso, a diferencia de otros sectores, en donde únicamente interviene en la valoración del resultado plasmado en la Evaluación de Impacto Social.

3) La obligatoriedad de difundir ampliamente las características del Proyecto obliga a la iniciativa privada a construir una interlocución con la ciudadanía.

La Sedema se asegura de que la información difundida por la consultora que implementa el Plan de Consulta Vecinal sea completa y comprensible tanto en cuanto a los términos del lenguaje como a la visualización del Proyecto y sus efectos en el entorno. Se exponen de forma simplificada los principales aspectos técnicos del Proyecto, así como las medidas de atención impuestas por diversas dependencias para atender los impactos asociados con el desarrollo inmobiliario. En este sentido, la información difundida es imparcial y muestra de forma transparente tanto los aspectos positivos como los impactos negativos del Proyecto.

4) La obligatoriedad de utilizar una metodología mixta de investigación para asegurar captar la opinión de los ciudadanos en cantidad y profundidad.

Sabemos que los opositores a proyectos de cualquier índole son quienes suelen tener mayor alcance en su comunicación, ya que tienen el firme y legítimo propósito de hacerse escuchar. Las opiniones negativas son captadas más rápidamente en los módulos de opinión y en las reuniones vecinales. Por el contrario, las personas que no perciben una amenaza o peligro en el desarrollo suelen retraerse y no participar activamente en foros vecinales. Por ello, la integración de métodos cualitativos de escucha y la encuesta con representatividad estadística de la población del Área de Influencia permite dimensionar las perspectivas ciudadanas.

5) La posibilidad de que el Proyecto original, así como las medidas de atención (prevención, mitigación y/o compensación) incorporen ajustes de acuerdo con las necesidades de las y los vecinos.

Un aspecto fundamental del Proceso de Consulta Vecinal es que no se trata de una votación en donde los ciudadanos puedan definir la viabilidad del Proyecto. Sin embargo, el ámbito de incidencia de la participación ciudadana es condicionar al Proyecto a que evite afectar aspectos socialmente relevantes para la comunidad. Es decir, establecer el marco bajo el cual deberá modificarse, adecuarse y ejecutarse el Proyecto para generar los menores impactos negativos y maximizar los impactos sociales positivos. Este es otro elemento de vanguardia en México en el desarrollo de proyectos de infraestructura.

6) Obligación por parte del desarrollador al cumplimiento de los acuerdos vecinales.

La ciudadanía tiende a desconfiar en los acuerdos que se llegan a establecer con autoridades, figuras políticas o con la iniciativa privada, debido a generalmente quedan a nivel de promesas. Sin embargo, en este caso, el dictamen emitido por Sedema condiciona el uso y ocupación de los inmuebles al cumplimiento de los acuerdos establecidos en el Proceso de Consulta Vecinal.

7) Genera oficialmente espacios donde la voz ciudadana tiene poder y se ponen en práctica los valores de la democracia participativa.

Existen en México distintos ámbitos en donde la participación pública es un componente fundamental e, incluso, es de carácter vinculante. Sin embargo, en la práctica se identifican pocos espacios donde se promueva de manera formal y procedimental el involucramiento de la ciudadanía. La adecuada implementación de este tipo de procesos participativos, como se ha visto a nivel internacional, puede reforzar la confianza en la democracia y en las autoridades. De acuerdo con la Asociación Internacional de Participación Pública, la deliberación contribuye a resolver lo que la OCDE denomina «malestar democrático», al dar voz y protagonismo a un abanico mucho más amplio de ciudadanos, para restablecer la confianza en el gobierno y propiciar una toma de decisiones públicas más legítima y eficaz (Hussey, A., 2022).

Te compartimos un ejemplo de un video diseñado por ZEa Consultoría Social en donde se explica el propósito y alcances del Proceso de Consulta Vecinal del Proyecto Ampliación del Centro Comercial Gran Sur.

Proceso de Consulta Vecinal

En ZEa Consultoría Social sabemos de las implicaciones y los beneficios de la participación ciudadana en el desarrollo de proyectos de infraestructura, y contamos con una amplia experiencia en la materia.

Por Ana E. Suárez Zamudio

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