Evaluación de Impacto Social en México

Posiblemente su incorporación en la legislación mexicana se debió a la tendencia internacional en mejores prácticas, más que a un interés genuino o entendimiento de sus alcances de quiénes la incluyeron como requisito, independientemente de las evaluaciones ambientales.

Por lo cual, planteamos ciertos retos que encontramos al hacer Evaluaciones de Impacto Social (EvIS) en México:

Han surgido todo tipo de servicios que se hacen pasar por Evaluaciones de Impacto Social, desde consultores ambientales que consideran que el conocimiento ambiental es transferible en automático a las poblaciones humanas, hasta mercadólogos o los mismos desarrolladores que improvisan compilando de recursos públicos como cifras de INEGI sin acercarse a lo que lineamientos internacionales como la IAIA definen como una Evaluación de Impacto Social.

• Las grandes controversias se dan alrededor de conflictos indígenas, donde no se realiza la consulta previa, libre e informada en tiempo y forma como lo dictan los tratados internacionales y las leyes locales.
• Los medios de comunicación presentan de forma superficial y parcial los conflictos y no hay un contrapeso oficial o privado en medios o congresos internacionales que muestren los casos de éxito en nuestro país.

No es posible saber como ciudadanos si es adecuado el dictamen social y si las medidas de ampliación o mitigación de impactos positivos son adecuados, proporcionales o justos.

Al final, se dictaminan planes de acción, comunicación o vinculación social que no sabemos si en realidad se ejecutan de acuerdo a lo plasmado en las Evaluaciones presentadas. Al ser de carácter confidencial, como sociedad no se puede dar seguimiento ni favorece la rendición de cuentas empresariales, ni siquiera los Actores Interesados o las comunidades directamente afectadas tienen acceso a los estudios presentados.

Como actores gubernamentales, consultores, inversionistas o ciudadanos, debemos determinar el nivel deseado entre:
Considerar la Evaluación de Impacto Social como un engorroso trámite superficial que implica retrasos y recursos económicos adicionales o integrarlo a fondo como una medida de valor, útil y de desarrollo sustentable del negocio y las comunidades mismas.